Chávez abrió las puertas de la reinvidicación del pueblo con el Poder Constituyente
Caracas, 13 Jul. AVN.- El pueblo de
Venezuela está llamado nuevamente a unas elecciones el domingo 30 de
julio, cuando definirá sus voceros para avanzar hacia el fortalecimiento
de las bases políticas, económicas, sociales y culturales creadas en
1999 a través de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Es la segunda
vez, en menos de dos décadas, que los venezolanos son convidados a
participar en unos comicios para elegir a diputados para conformar esa
instancia del Poder Originario: la primera convocatoria fue hecha hace
18 años por el comandante de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez.
"Ahí está el pueblo de Venezuela empujando de nuevo, una vez más, su propia revolución, tomando las riendas de su propio potro, orientando al acimut de la brújula", expresó el 5 de agosto de 1999 líder socialista, once días después de la elección de los 131 miembros de la ANC, cuando acudió al Palacio Federal Legislativo a presentar propuestas para la consideración del órgano del Poder Originario.
La participación popular, refería Chávez, es el pueblo labrando el camino hacia su destino, y es precisamente la Constituyente la herramienta fundamental para maniobrar, en medio de las dificultades, hacia ese objetivo. "Sopla viento fuerte, sopla tempestad, que tengo Asamblea para maniobrarte", manifestaba recordando un fragmento de la obra de Shakespeare, denominada La Tempestad.
El líder de la Revolución Bolivariana reiteró en varias ocasiones y en diferentes escenarios que la Constituyente, además, es el espacio para el debate y el diálogo nacional, donde el pueblo es el principal protagonista para la toma de decisiones destinadas a reconstruir y reivindicar a la nación.
Chávez también había señalado que, entendiendo la transcendencia de la Constituyente, la misma sería convertida en blanco de los ataques de las corporaciones mediáticas del país y del mundo, que tratarán de tergiversar, manipular y engañar con sus campañas y, con ello, evitar su avance.
Ante ello, "hay que decirle al mundo con mucha firmeza y con mucha claridad lo que aquí está pasando, porque se ha comenzado a levantar en varias partes del mundo, o están tratando de levantar, lo que se conoce con el nombre de una matriz de opinión, comparando a Venezuela con un mundo de salvajes. Tratando de decirle al mundo que la Asamblea Constituyente es una horda de primitivos", denunció Chávez el 11 de agosto de 1999, cuando fue ratificado como Presidente de la República.
Hoy, a casi 18 años de aquel discurso y a menos de 20 días de celebrarse la elección número 21 en Venezuela, se repite ese mismo guión denunciado por Chávez. La nueva convocatoria ha sido convertida en blanco de ataques; mientras tanto, el pueblo está llamado a dar un nuevo ejemplo de democracia al mundo imponiendo con ello la paz.
Hoy, como hace 18 años atrás, "la Asamblea Constituyente está llamada a ser, como diría (el Libertador Simón) Bolívar, cuando hablaba de la Sociedad Patriótica, centro de luces, centro de moral, centro dinámico de discusión libre y abierta, porque es un proceso de construcción y de creación de lo que se trata".
"Ahí está el pueblo de Venezuela empujando de nuevo, una vez más, su propia revolución, tomando las riendas de su propio potro, orientando al acimut de la brújula", expresó el 5 de agosto de 1999 líder socialista, once días después de la elección de los 131 miembros de la ANC, cuando acudió al Palacio Federal Legislativo a presentar propuestas para la consideración del órgano del Poder Originario.
La participación popular, refería Chávez, es el pueblo labrando el camino hacia su destino, y es precisamente la Constituyente la herramienta fundamental para maniobrar, en medio de las dificultades, hacia ese objetivo. "Sopla viento fuerte, sopla tempestad, que tengo Asamblea para maniobrarte", manifestaba recordando un fragmento de la obra de Shakespeare, denominada La Tempestad.
El líder de la Revolución Bolivariana reiteró en varias ocasiones y en diferentes escenarios que la Constituyente, además, es el espacio para el debate y el diálogo nacional, donde el pueblo es el principal protagonista para la toma de decisiones destinadas a reconstruir y reivindicar a la nación.
Chávez también había señalado que, entendiendo la transcendencia de la Constituyente, la misma sería convertida en blanco de los ataques de las corporaciones mediáticas del país y del mundo, que tratarán de tergiversar, manipular y engañar con sus campañas y, con ello, evitar su avance.
Ante ello, "hay que decirle al mundo con mucha firmeza y con mucha claridad lo que aquí está pasando, porque se ha comenzado a levantar en varias partes del mundo, o están tratando de levantar, lo que se conoce con el nombre de una matriz de opinión, comparando a Venezuela con un mundo de salvajes. Tratando de decirle al mundo que la Asamblea Constituyente es una horda de primitivos", denunció Chávez el 11 de agosto de 1999, cuando fue ratificado como Presidente de la República.
Hoy, a casi 18 años de aquel discurso y a menos de 20 días de celebrarse la elección número 21 en Venezuela, se repite ese mismo guión denunciado por Chávez. La nueva convocatoria ha sido convertida en blanco de ataques; mientras tanto, el pueblo está llamado a dar un nuevo ejemplo de democracia al mundo imponiendo con ello la paz.
Hoy, como hace 18 años atrás, "la Asamblea Constituyente está llamada a ser, como diría (el Libertador Simón) Bolívar, cuando hablaba de la Sociedad Patriótica, centro de luces, centro de moral, centro dinámico de discusión libre y abierta, porque es un proceso de construcción y de creación de lo que se trata".
13/07/2017 - 06:30 pm
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